Quizá sea una visión subjetiva mía, pero me da la sensación que con el paso del tiempo cada vez hay más alimentos no recomendables a la venta. Ya lo decía mi madre, “cuando veas que pone colorantes o conservantes mejor no lo compres”. No iba demasiado desencaminada ella, pues hay muchos aditivos alimentarios que se ponen en los productos cotidianos que sinceramente no creo que sean necesarios.

Si para conseguir ciertos matices en el sabor del alimento se ha de realizar con productos químicos nocivos, pues casi mejor que no.

Evidentemente no me refiero a que ciertos fabricantes pongan distintos venenos en la comida a modo sazonador, pero si es cierto que muchos de estos aditivos alimentarios, tóxicos o no, son salubremente controvertidos y disculparme por si me equivoco, pero ante la duda…

A continuación, voy a ir redactando poco a poco una lista de productos que voy a dejar de comprar porque incluyen en su receta ciertos aditivos que, aunque por su concentración no representen un peligro inminente para la salud, el consumo reiterado de estas substancias no es recomendable. Opino que, si otros fabricantes son capaces de ofrecerme un producto similar sin estos aditivos, no es necesario correr el riesgo con ellos.